domingo, 22 de mayo de 2011

Tijiky



Hay una inundación en mi rostro,
voy a sembrar mi futuro en la tierra,
el río reclama su cauce en el llanto:
¡Estoy tan feliz!

¿Qué te daré para la espalda, esposa?
Hojas de Tijiky.


Duerme que yo velaré tu sueño
de nervios alterados,
para hablar con mis muertos:


los enfermos, los viejos,
que cayeron de amor en el Paraíso,
que dios castigó irremediablemente
con el destino de la flor que se marchita
a la vista de todos.


Flor, sostenme,
lo mío es no derrumbarme,
no me sueltes.


Entonces, 
los sauces llenarán  mi mente de presencias.




...

sábado, 7 de mayo de 2011

CANCIÓN DE LA MONTAÑA

Mi guitarra es una caja abierta
de palo duro y sufriente,
herida por la montaña y el temor.

¡Mi guitarra tiene muchas cicatrices!
tal vez si yo la cuido
un día se podrá curar.

En ella guardé el recuerdo de mis amigos
tatuado a mano, en la oscuridad,
y esos inútiles intentos por ser mejores,
y las canciones
con que escondíamos juntos nuestra maldad.

Mi guitarra es una niña violada por el tiempo,
inevitablemente preñada de su orfandad.
Yo la rasguño y ella me canta
con esa voz triste con que nos habla el azar.

Mi guitarra es una caja abierta,
tal vez un día se podrá curar.

domingo, 24 de abril de 2011

Canción de noche

Bailo con los fantasmas de mi mente
mientras la cicatriz de mi ojo
todavía brilla a través del espejo.

Esta es mi manera de vivir la pascua:
bailar contigo,
fantasmagóricamente.

Tócame con tu abrigo.
Danzando hasta el final del amor.

La La La La La La

La resurrección de los muertos acontece
mientras los demás no ven.

lunes, 21 de marzo de 2011

Poema 5

El cielo es una orgía de alegría,
una orgía musical.
En él
tu desnuda piel
en el suelo se hace blanca.
Nunca conocí la nieve
sólo en tu piel la vi.

Perseguida y capturada,
devuelta a la libertad,
entre copas de vino
y atajos del recuerdo.

Entre coloridos pedazos de papel,
tu cuerpo y el mío en una fiesta,
embriagados de alegría,
¡una orgía musical!

Rebolcándonos,
puestos de nuevo en pie,
como elefantes en el barro,
en el barro de esta tarde nos bañamos:
“let the seasons begin”.

Todas las paredes se caen,
¡es el montaje del amor!

Mi rostro lampiño se hace feliz.

La espuma entre los dedos
de este mar sin fin.

Flor,
embriaguémonos de amor,
el cielo es una orgía de alegría,
una orgía musical.
Un canto sereno a la espuma,
un canto acompañado
por las negras rocas de tu ser.

Levantemos las botellas, elefantes,
el cielo es una orgía musical,
donde caer embriagados.

sábado, 19 de marzo de 2011

Poema 4

Te beso en la boca
Y me das el fruto entero.
Caigo sediento
Y en ti respiro.
Vivir adentro quiero,
Vivir adentro;

Buscando el centro
Que solo muerdo.

¿Serás la luna
De mis sueños?

La madre en ti se otorga
En toda su frescura;
Yo tendido en febril pecado,
Que con su agua cura,
Que con su sangre olvida.

Un caracol me indica
Cómo buscarte.
Entre la tierra, que me llama
Para sepultarme.

lunes, 7 de marzo de 2011

Poema 3

LA CAMPANA DE MARIA

Mientras tú bailas entre lunas
y las serpientes persiguen tus talones,
los jaguares que dejaste
y las noches estrelladas
te recuerdan con cariño.
Mientras Orión pinta
tu cabello liso y negro
y se ríe de tus ojos,
yo, aquí, te pienso.
Y recuerdo que te quise;
no más de lo que pude,
ni más de lo que supe.
Mas quisiera devolverte el tiempo,
los billetes en tu espalda y en tu pecho.
Cuánto me he buscado –te diría-,
y hoy yo te reencuentro.
Eras más que el humo,
que la hierba y que el papel;
y el alcohol que querías ser
no es la lágrima sobre tu piel.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Poema 2

Humo de la tarde gris que habitamos,
ido con olor a café:
¿qué busca el tiempo con su afán?

Cabalga invisible, ocupando espacios,
pisoteando a golpe de herraduras
la envoltura pobre de los días sin sabor.

¿Recuerdas la infancia,
su llegada a nuestra mesa?
Niña de ojos como mares nunca vistos.

El tic tac de cabalgaduras no la intimidó.
Segura ante la fatalidad de nuestros monólogos,
lo suyo fue, siempre,
advertir que existe
algo más allá de la mano,
cuando “los heraldos negros” nos visitan.

Por ella el regreso
decidió asumir la lucha contra el tiempo:
su forma fue el hambre;
y el campo de batalla,
una vez más,
el corazón.     

martes, 1 de marzo de 2011

Poema 1


Cuando el diluvio llegue estaremos solos.
Entre los muertos y yo,
               sonidos
retuercen los contornos en la espera.
Gotas de mañanas y de tardes,
                      niebla.

Y tu Voz
siempre allí,
cerrándome la boca,
cuidándome la angustia,
dilatando los espacios de las voces huidizas
que llegan
con palabras y rugidos.

Cuando la tarde muere
y nos deja la piel,
que con escamas cae,
las sillas se van quedando solas
y solo el silencio.